7/4/08

Ciudad Universitaria


Hace días que la ciudad nos llamaba enigmáticamente, nos exigía algo, siempre la veíamos, empapada de smog, o reluciente después de una mañana lluviosa. Pero sólo la veíamos, de lejos, distante, ella siempre fría e imponente. No sentíamos que nos pertenecía, no nos sentíamos parte de ella. Siempre deseábamos escapar, la odiábamos, la culpábamos de lo que pasaba en nuestra vida, eso, sin conocerla, sin esculcarla, sólo con verla a lo lejos, sólo porque sabíamos que estaba ahí y que su nombre era el culpable, sí, el culpable de nuestro arribo, de que hubiéramos dejado otra ciudad, tal vez más linda que esta, pero eso creíamos, ya no.


¿Cómo se puede decir que se vive en una ciudad sin realmente conocerla?, sin haberla vivido, ¿Cómo afirmar?, “Sí, yo vivo en Los Ángeles” sin haber rasgado su asfalto, sin haber recorrido sus calles, sin haber conocido sus secretos, sin dedicarle un día sólo para ella, para mimarla, para enamorarla. No cuenta que la veas al pasar desde tu auto, desde la carretera, con el aire acondicionado a todo vapor, las ventanas cerradas y las bocinas retumbando alguna vieja canción de rock. Eso no es suficiente, no puedes dignarte a decir que la conoces; Es pecado, blasfemia, falta de respeto a tu casa, es como escupirle en la cara a tus mejores amigos y al mismo tiempo decir que los quieres, presumirlos y afirmar que son simpáticos y buena onda, que siempre han sido tus amigos, “best friends forever”. 


Hay que quererla por lo que es, por esa ciudad que nos ha dado tanto y que nos seguirá dando. No sólo por el trabajo, trabajar en algunos de sus edificios es satisfactorio, te alimenta, pero el hecho de que la ves, que la sientes, que sabes que está ahí, incondicionalmente, que la mencionas cada vez que te preguntan ¿De dónde eres? ¿De dónde vienes?, entonces qué hacer, qué decir. Seguir negándola, decir que es sucia, horrible, que está llena de gente, que el servicio público es pésimo, que el estacionamiento es carísimo, que siempre hay tráfico y que te enfadan las calles de una sola dirección. 


¡No!


Recórrela, aprecia sus calles, sus edificios, sus monumentos, su gente. A esa gente que la recorre todos los días sin quejarse. La que trabaja ahí y la ama por ser su sustento diario y también a los que creen que están estancados en esta ciudad sucia, pero que si estuvieran fuera de ella, no estarían cómodos, siempre pensarían en ella, con malos o buenos recuerdos, no importa, la añorarían. 


Ella es parte esencial del nombre de nuestro sitio, una ciudad, nuestra ciudad, una universidad, nuestra universidad, las dos palabras las hemos amalgamado, mejor dicho las hemos emparejado, con el único propósito de vivir en las dos, en un mismo respiro, en un solo instante, vivimos en esta, nuestra Ciudad Universitaria. Hay otras universidades que también tienen su nombre, pero eso es lo de menos, esta es la que nos pertenece, la que conoce nuestros nombres, a la que venimos cuatro, tres o dos días a la semana, la que adoramos cuando nos va bien y odiamos especialmente durante la semana de exámenes finales. Unos las han recorrido por ustedes, otros las han poetizado y algunos las han captado a través del lente, a las dos a la ciudad y a la universidad.


Ellas no esperan nada de nosotros. Pero nos hemos dado cuenta, que aunque a la ciudad la sintamos lejana, aunque sólo la veamos después de un día lluvioso. Al haber recorrido sus calles, palpado con nuestras yemas sus edificios, pisado y ensuciado con nuestros zapatos sus callejones, ya no la creemos culpable, ni por haber nacido aquí, ni muchos menos porque el azar nos haya traído a ella.


La universidad por su parte sigue siendo nuestra casa, dentro de la otra casa. Dentro de la más grande, por eso, eso de Ciudad Universitaria, aunque ya haya estadios de fútbol que se llamen así u otras universidades que aclamen el mismo nombre. Nos lo hemos adueñado, lo hemos usurpado, y qué, al igual que los otros lugares, también nos lo merecemos. Así que esta es nuestra Ciudad Universitaria. Te invitamos a que la explores, la camines, la admires y que te enamores de ella, nosotros, por nuestra parte ya lo hicimos,

¿no te da envidia?



Thania, Henry, Elo

Anónimo

Fuimos arrojados, exiliados hacia ti. El mundo nos expulsó y en tu soledad nos ha tocado renacer. Ciudad nuestra, madre de los marginados. En ti los nadie, ganamos identidad. Cuando la patria de nuestros padres nos dijo que ya éramos muchos como para seguir siendo parte de ella, tú nos rescataste, tú nos adoptaste. Cuando el páramo del Este, que intento devorarte, se dio cuenta que tampoco le pertenecíamos y nos echó sin piedad, tú nos protegiste.
En ti como el fénix, volvimos a la vida. En ti crecimos y en ti nos dimos cuenta que nadie mas nos comprende. Ahora no soy ni del norte ni del sur. Ahora soy de ti y solo tú entiendes quien soy. Solamente tú comprendes mi congoja, mi eterna nostalgia. Únicamente tú entiendes esa desesperación que tus hijos tienen de encontrar su identidad y toleras que no nos demos cuenta que esa búsqueda será en vano, ya que solo en ti somos y seremos.

Todo intento de descubrirnos fracasará. En ningún diccionario encontraremos nuestra definición. Las demás sociedades no se preocuparon en darnos un nombre, así que aceptamos como propio los nombres que sobraron. De esa manera, por mucho tiempo, vagamos sin identidad, intentando ser parte del mundo. Ahora sabemos que nuestro lugar está en ti. Todo lo demás pertenece a un ciclo interminable de vida, del que nunca fuimos y nunca seremos parte.

Nosotros no nos formamos de los mismos pilares que todos los demás. Somos distintos, nadie sabe quienes somos. A veces ni nosotros mismos lo sabemos. Y al mirarnos desde afuera, intentando encontrar un poco de Aristóteles en nuestras creencias nos damos cuenta que estamos buscando en el lugar equivocado. Nadie se percata que ya no somos una ciudad, sino una patria. Que ya somos una cultura nueva y no una mezcla de muchas.

Por ahora hablo un idioma que fue inventado hace mucho tiempo, mucho antes que yo. Pero ahora parimos nuestro idioma, para que el mundo se lo aprenda y lo acepten como otro dialecto. Nuestro idioma ya no es la mala mezcla de dos idiomas, sino la creación de una nueva gramática con esencia propia.

Cuando el universo nos exilió a ti, nunca se imaginó que creceríamos hasta tener un alma propia. El universo nos echó de si pensando que siempre mendigaríamos ser parte de él. El universo nunca creyó que algún día pensaríamos echarlo de nosotros.

Ya crecimos, ya somos. Algunos siguen aclamando una reconquista, una revolución, sin darse cuenta que ya nos hemos independizado del universo que creía nos iba a mantener atados para toda la vida.

6/4/08

Daniel Morales Leon

Poeta Angelino y futuro estudiante de CSULA

"Pointless Cultural Mockery"

I'm from the metropolis where our habit is
To steady break blunts
As we search for the next hit of bomb cannabis

Yet these stagnant advantages leave us looking like decaying savages
We are the masses, abundant averages
Ignoring sacred bible passages that in the end lead us to nowhere

Lost Angels

Imploring a blasphemous Jesus to play fair,
Wanting the greater being to say that he'll care
All the while knowing that this fool might never be there

But never the less
This city is my CANTON,
My pad
My home

I have very little fear in these streets as I roam

I've grown to be one of the few who doesn't mind
Walking alone

When I walk thru this city I'm not blind to the invisible
Counter cultures constantly shown
A sanctuary for superficial drones

Chale!
Just coz I look like I look
Doesn't mean I bang Holmes...

But that's what I get for having this beautiful dark tan
This is some painful minority shit
An outsider wouldn't want to understand

And through all of that I still won't let the city deviate my plans
I won't expect any pity as I create a better future
Using my brain and my two hands

I'm an able bodied beaner that can break down the bureaucracy,
Best believe I can properly quote Vasconcelos, Locke and even Socrates

My inferiority complex loves it when I choose big words
And use them properly

I'm like a linguist that loves to lecture on life
And liberate private property,
Bring an end to the confusion brought on by a
Society subconsciously sustained by
What seems like nothing more than
Pointless cultural mockery.

El Instituto Cultural Mexicano te invita a comprar Libros Usados

La librería no tiene todavía un lugar establecido, pero por lo pronto, puedes visitar el instituto, localizado en la placita Olvera, pedir permiso para pasar al sótano y perderte por horas en una pequeña librería sin orden alfabético, divisiones de géneros literarios o temática. La persona encargada es muy simpática y te da el tiempo que necesites para escoger. Los precios, no sobrepasan a los de aquellas librerías en donde lo más barato es el olor a café.





Para más información:
Instituto Cultural Mexicano
125 Paseo de la Plaza
Los Angeles 90012
(323) 624-3660

Domitila R.

Era un deseo alcanzable, de esos que se postergan por las razones más trilladas, el trabajo, el novio, la escuela, el cansancio, la falta de tiempo, el tráfico, etc. La ves todos los días, siempre, en el horizonte, sucia y sólo deseas tocarla, estar ahí. Siempre hablan de ella, unos se quejan, la odian y te ven con desdén cuando les mencionas que quieres conocerla. Los demás, los que crecieron con ella, o los que la conocieron tarde, te dicen, sí, la queremos, la amamos, “mira hasta le escrito poemas”. Se suben al metro todos los días y caminan con ella de la mano, estrechándola, hablándole bajito, enamorándola con sus versos. Aunque ella no responde, les da su espacio, les da la planicie para que sus sentimientos divaguen y se desahoguen, pero no les responde. “Es masoquismo querer buscarla”, te dicen, “no es linda”, “no tiene nada bueno”, “te va rechazar y desechar” como lo hace con todos los que van en busca de ella. Aun así, me embarqué en ese juego peligroso y jugué con ella, jugué a que era mía y que si había llegado tarde a conocerla, no había sido mi culpa. Si ya ha sido de muchos, no importa. Si la han lastimado e insultado, yo sanaré sus heridas. Ha logrado conquistarme, ha hecho que la ame sin tregua y jurar hasta mi final protegerla, vivir en ella sin quejas, la amaré para toda la vida, aunque ella nunca me ame o no se de cuenta que existo, porque ella existe.

Sus luminosos edificios, parques escondidos, enraizados en el cemento, su eterna y pesada contaminación son sus emblemas. Pero su gente, ya sea la que descansa en alguna banca pidiendo monedas al pasar, el que fuma marihuana afuera de la biblioteca central y no me dirige la mirada porque no quiere compartir, la mesera que me sirve un café y al ver mi tez, se identifica y me habla en español; ellos son los que hacen esta ciudad sea tan deseable, tan provocativa, tan dada al amor de todos. Nos identificamos a través de ella, es la red que nos une y nos cubre con las mismas caricias. En ella, todos somos iguales, con nuestras particularidades. Las divisiones superficiales no existen, tus ideologías son aceptadas si las defiendes como se debe, con amor, pero con la aptitud de cambiarlas si con ellas sólo hieres.

Nuestros detalles la hacen única: unos se dan un beso en una esquina, otros corren detrás de un autobús, gritando y levantando los brazos. Al mismo tiempo, algunos se borran el cansancio de la cara después de un largo día de limpiar recámaras, en las que nunca podrán recostarse, pero que pagarán la cena mas tarde.
Varios niños juegan en un parque rodeado de autos, el sol desciende y la luna lentamente invade sus pupilas.

1/4/08

En el Este de Los Angeles

“El Guarachito”

A todos nos gusta disfrutar de un café en buena compañía. Mejor si es en un espacio tranquilo, con meseros simpáticos y unos chilaquiles como los que hace tu mamá. “El Guarachito” es un pequeño, pero acogedor restaurante localizado en la esquina de la calle Eastern Ave y Floral Rd que permanece abierto desde la 6am hasta las 7 de la tarde. En su menú no faltan las ensaladas, típica comida mexicana, smoothies, sándwiches y exquisitos cafés. En su placentero interior puedes deleitarte con un “Mexican Mocha” mientras hojeas un libro de su pequeña, pero interesante biblioteca o si prefieres llévate tu laptop y conéctate, ya que la red inalámbrica es gratis. Las pequeñas mesas y cómodos sofás, estimulan a la buena conversación y lectura. La decoración del lugar lleva a la búsqueda interminable de un espacio vacío, pero la constante compañía de transeúntes, vecinos, angelinos y el indistinguible olor a café, hacen que el tiempo corra más lento, cosa que en está ciudad es difícil de alcanzar.

Lamentablemente, este hermoso lugar de escape, estará cerrando sus puertas en Junio. La mala economía (aunque George W. Bush diga lo contrario) ha llevado al dueño a tomar esta triste decisión. Así que no esperes un día más, pasa por “El Guarachito” y escápate de CSULA por un ratito.




710 N. Eastern Avenue Unit A
East Los Angeles Ca 90022
(323) 261-3564
email: internationalexpresso@yahoo.com

Melina Sánchez

Nos dijo Melina que su carta era medio cursí, pero nosotros pensamos que no. Ustedes, ¿Qué opinan?
Querido aficionado:

Sí, eso eres tú para mí. Aquel chico alto, delgado, con mirada profunda y con el alma al aire. Creo que desde que te vi te sentí parte de mi vida. Sabía que estabas por ahí vagando en algún lugar, alguien lejano y desconocido. Sin embargo, estaba segura que al verte te reconocería y sabría distinguirte del resto. De tantos que un momento u otro pasaron por ese mismo lugar. Primero se me ocurrió pensar cómo pasó todo, cómo había llegado el principio del fin. Tal vez fue algo que estaba esperando, algo de mi imaginación pero al verte advertí que eras un ángel bajado del cielo, el hombre perfecto enviado exclusivamente para mí, el chico ideal, con aquella mirada tierna en esos ojos de cielo que te transportaban más allá de este mundo. Hubo momentos en los que pensé que podía seguirte hasta el fin del universo. Después medité y afirmé: ¿de qué valdría seguirte? Si tú no querías que lo hiciera. Al fin y al cabo el amor es de dos. ¿No es cierto? El tiempo pasó y tú decidiste quedarte, no sé para qué. Era inútil tratar de ocultar el nerviosismo y mis mejillas rosadas al verte venir, mi corazón a mil por hora me delataba. Preocupaba cuidar hasta el más mínimo detalle por insignificante que pareciera para que tú notaras mi presencia aunque fuese sólo un poco. En realidad el problema estaba en que nunca te diste cuenta. Tal vez lo disimulé muy bien o simplemente me ignoraste. No lo quise saber pues pensé que eso me causaría más dolor. Lo cierto era que viniste justo a tiempo, en esos momentos cuando uno necesita una ilusión, un motivo o simplemente a alguien que sea su salvavidas. ¿Sabes? Muchas veces pensé en hablarte o tal vez sonreírte, nunca lo hice, no pude. Algo dentro de mi cabeza no me lo permitió. Sin embargo, el destino traidor nos puso frente a frente y todo eso cambio en un instante. El momento en el cual tus ojos se cruzaron con los míos. Un segundo tal vez, pero el más feliz de mi vida. Mas nada es eterno y el instante pasó. Quizá fue lo mejor después de todo el amor es así viene y se va. Dirás que soy una cobarde o una loca. Tal vez tengas razón, pero una sonrisa tuya aunque no fuese para mí fue mi aliciente día tras día, noche tras noche. En esos momentos tú eras el único que me podía salvar, eras la luz que iluminaba mi vida, mi felicidad aunque fuera a medias. Muchas veces me pregunte por qué no me atreví a acercarme a ti, pero comprendí que es imposible aferrarse a algo que no existió, que no existe y que no existirá jamás.

Sin embargo, sigues aquí.

Películas, sí, de Los Ángeles

Henry Dubon
hdubon@aol.com

La película Real Women Have Curves es un bildungsroman que toma lugar en el este de los Ángeles. Ana está a punto de darse cuenta que un verano puede cambiarle la vida a cualquier ser humano. Ana está atrapada entre dos mundos diferentes. Uno el de la tradición familiar y la cultura latina, en el cual su familia piensa que a los dieciocho años es hora de que Ana ayude al sustento familiar y comience a trabajar en la fábrica de su hermana. El otro mundo es de afuera, en el cual Ana siente que debe forjar su propio destino y desarrollar su propia identidad. Este mundo se abre a través de una beca que Ana se ha ganado para asistir a Columbia University. A través de su odisea personal Ana se dará cuenta que las verdaderas mujeres no son las de las revistas y la televisión si no las que luchan por la vida, las que son autónomas, las que toman sus propias decisiones, las que se arriesgan y mas que todo las que poseen curvas.

Mi familia es una película que narra una historia que solamente pudiera sucederle a chicanos en el este de Los Ángeles. La historia relata los triunfos y derrotas de tres generaciones de la familia Sánchez. La primera generación la forman María y José. Ellos llegan a Los Ángeles, se conocen y se casan. La segunda generación está formada por sus hijos Chucho, Paco, Memo, Irene, Toni y Jimmy, quienes desarrollan sus identidades en el este de Los Ángeles en la década de cincuentas. La narración de la tercera generación se concentra en la historia de Jimmy y su hijo Carlitos. Mi familia es una historia atada a la historia de la ciudad de Los Ángeles que narra amor, pasión, lazos familiares y la tradición latina. La película captura la esencia de ser chicano y sobrevivir en la ciudad de Los Ángeles.


Crash es una película en la cual la ciudad de Los Ángeles es un personaje más. A través de la vida cotidiana la película demuestra como las diferentes culturas en Los Ángeles chocan la una con la otra en un mundo lleno de prejuicios. La película es narrada en pequeños vignettes que la mueven a través de un periodo de treinta y seis horas. Crash es un mosaico de personajes que los residentes de los angelinos podemos identificar al cruzar la calle. Una parte maravillosa de la película es que no deja que el espectador solamente aprecie los arranques de racismo en los diversos personajes sino también explora el miedo, el amor, el enojo, y el odio que son partes esenciales de la constitución de los seres humanos.