18/12/09

¡Gracias!

Ciudad Universitaria les desea un prospero año nuevo y les agradece a todos por ser parte de nosotros a través de sus palabras.




No sigas el camino; ve por donde no halla vereda y deja una huella.

- Anónimo

Rondaba la Ninfa...

Por: Jesús Gastelum

-----------
Este es un relato de una hembra que, al causar algunos hombres,fue forzada en las callejas de una ciudad.
---------------
La misma ninfa cuéntame su grave historia al comenzarmas después los versos quiébranse del llanto en su cantar.
-------------
Rondaba la ninfa por los campos silvestres.La luna a lo alto ardía llamando en sobresalto las más feroces bestias del bosque silencioso. El viento levantábase y cantaba de lujuria,cuando unos ojos grandes fulguraban los verdialesacechándola en las llamas del crepúsculo muriendo.Un lobo aullaba entonces en la cima de unos cerros y clamábale a la luna en soledad del cielo negro.La ninfa así espantada en su camino se perdió al tropezar una serpiente que furiosa le clamó:“las aguas y amapolas también descansan.”
-------------
Orgullosa y ciega ella sus pasos continuabahacia un camino acorralado entre ciénagas oscuras.Y en los brazos de un arbusto despertose una lechuza bajo algunos viudos cantos despertándose otros cuervos.La ninfa estremeciose entonces bajo algunos pinosal oír estas palabras de esos pájaros sangrientos.“ no andes por los campos de las almas que reposan.”
-------
Y cesó el relato apenas la hembra sollozando.
------
Su blanco rostro sonrojose al presenciar su desventura irremediable. A su espalda abrían su boca los pantanos tragársela queriendo, mientras se quemaba ya la luna como una cruz de luto bajo el cielo. Su mirada ella torció cuando volvíase hacia atrás descubriendo los dientes centelleantes que su carne perseguían. Surgía entre las ramas un aroma inmundo de moscas. Ella aligeró su huida entonces pero ya su cuerpo arreaba el hambre de los leones aferrados.Y allá bajo el acoso la ninfa tropezó al vacío de una charca que causole así caer en el barranco de una leona. Y rendida allí en el fondo, la ninfa levantó sus ojos, a su entorno descubriendo un pavoroso círculo de bestias rugientes.



La musa le ruega al poeta que la olvide...

Por: Jesús Gastelum

Galopan los días sobre tu recuerdo rendido.
Galopan veloces sobre sus huesos tendidos.
Pero tu doliente recuerdo no ha de fallecer
por más sufra mi alma al vérlose vencer.
-----------
De pronto se arrastra tu recuerdo moribundo
quejándose en el suelo de su alma dolorida.
Y a veces se levanta de la tierra gemebundo
cuando yo le pido a la nostalgia que persista.
------------
“Mírame galopar,” amor mío.
“Mírame galopar en estos días,” Le decía.
“Y mírame caer cuando se me atraviesa la noche.
Mira cómo estos caballos se me vienen encima
Después de atropellar tu recuerdo sangriento.”
-----------
Pero ni la grave fuerza de estos caballos
me podrá quebrar así como tu ausencia.
Que se me vinieran encima las noches
yo las sostengo con los brazos heridos.
Que se me vengan también sus tinieblas
yo las arrojo hasta el barranco del ocaso.
----------------
Errantes días que se irán de brucesa l
as ciénagas del inmundo olvido.
Su recuerdo permanece eternamente
suplicando a la distancia que lo deje.
------------
“Déjame morir,”
Me decía.
“Deja de sufrir.”
“Deja que me lleven los caballos del invierno.
Deja que me arrastren hacia el fondo del olvido.”
“Yo he quedado tan frágil,” repetía.
“Yo he quedado muy lejos de llenarte como antes.
Deja que me arrastren hacia allá donde la niebla.
Déjalos que me lleven.
Déjalos que al fin nunca han logrado matarme.”
------------
En las alturas del olvido yo alzaré tu nombre.
Cantaré los cantos que cantábasme en el alba
bajo los coros infinitos del estero interminable.
Honraré tus palabras, recordaré lejanos ojos.
Pero por el amor nuestro, te pido, ten piedad,
te ruego que me dejes morir.



Una cita a ciegas inolvidable


Por: Stephanie Razo

Recuerdo como si fuera ayer, la navidad del 2005. Y cómo poder olvidarla si fue en esa navidad cuando mi padre me obsequió mi regalo más anhelado: una computadora. Me sentí la mujer más feliz sobre la faz de la tierra. Con esa computadora no sólo iba a poder realizar mis tareas escolares con más facilidad, si no también iba a tener la oportunidad de llevar a cabo uno de mis pasatiempos favoritos en aquel entonces: Chatear. Pero, ¿Que es Chatear?, Chatear es un Anglicismo que significa “charlar”. Actualmente se la llama Chat a la comunicación escrita entre dos o más personas que tiene lugar a través del internet. Y es así, por medio del Chat, como yo solía comunicarme con mis amigos y familiares, con los cuales mantenía conversaciones por largas horas en lo que se conoce como “sala de chat”. En una ocasión en particular me encontraba chateando con mi prima a eso de la media noche, cuando de pronto un extraño se incorporó a nuestra plática. Mi prima decidió abandonar la sala de chat, pero yo estaba tan fastidiada que seguí conversando con ese sujeto. Nunca imaginé que chatear por la madrugada con un desconocido iba a cambiar el resto de mi vida.
Desde la primera vez que chateé con Eduardo, sentí una conexión sumamente especial entre los dos. Parecía como si ya nos hubiéramos conocido en una vida pasada. Desde ese entonces, Eduardo y yo chateamos y hablamos por teléfono casi diariamente por un año y medio, hasta que decidimos que era tiempo de conocernos en persona. Anteriormente nos habíamos mandado fotos para saber cómo lucíamos físicamente pero los dos moríamos por conocernos en persona y tener lo que llamamos una “cita a ciegas”. Por fin, el 7 de octubre del 2006, el día tan anhelado de nuestra cita llegó.
Recuerdo que Eduardo me citó en un parque localizado en la parte superior de unas montañas. El paisaje era hermoso ya que a la altura donde se encontraba este parque se podía apreciar la hermosa ciudad de Los Ángeles en todo su esplendor. Decidí llegar un poco antes de la hora acordada y esperar en aquella banca por el hombre que por más de un año compartió con migo y se hizo parte de mi vida. La espera se hacía eterna, los minutos parecían horas, pero dentro de mi desesperación, el hermoso panorama que tenía a mis pies, aquella increíble vista y el sonido de las hojas de los árboles moviéndose con el vaivén del viento, amenizaban un poco mi espera. Cuando me encontraba en aquella banca del parque, contemplando mí alrededor, repentinamente sentí una mano tocando mi hombro izquierdo. Era él, era Eduardo. Voltie, y no podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Era impresionante, mucho más de lo que yo esperaba. Era tan guapo y apuesto como el galán de la telenovela favorita que sintoniza mi madre todas las tardes. Era simplemente el hombre de mis sueños, lo cual me provocó pararme de la banca donde estaba sentada y correr a abrazarlo.
Al momento de sentir sus brazos alrededor de mi cuerpo sentí como si el tiempo se hubiera detenido, me posé en una dulce nube dando paso a un maravilloso sueño del cual no quería despertar. Cuando nos separamos de aquel abrazo y pude ver el verde de sus ojos reflejándose en los míos, sentí mi corazón latir tan fuerte como si quisiera salirse del pecho. Pude experimentar esa revolución de mariposas invadiendo mi estómago, y una voz interna viniendo de mi alma me gritaba que me había enamorado. En ese momento no existía nadie más sobre la fase terrestre. Éramos sólo Eduardo y yo en aquel parque. Ese precioso parque que fue y seguirá siendo testigo de aquel mágico encuentro con el amor de mi vida.
Después del día de nuestra cita Eduardo y yo nos seguimos viendo unas cuantas veces hasta que tuve que confesarle mis sentimientos de amor hacia él y el lugar tan especial que ocupaba en mi corazón. Mi corazón se partió en mil pedazos cuando al dejarle saber que estaba enamorada de él su respuesta fue que él también se había enamorado de mí, pero que él no creía en las relaciones de novios a larga distancia y no estaba dispuesto a intentar un noviazgo conmigo. Con todo el dolor de mi ser decidí dejarlo ir y aprender a olvidarlo.
Hasta el día de hoy pienso como aquella cita a ciegas marcó mi vida. Esa cita con alguien que conocí por internet en el día y la hora menos esperada. En la actualidad puedo decir que estuve enamorada de una persona que vi unas cuantas veces en mi vida pero que por años compartimos infinidad de experiencias y emociones por medio de la computadora. Han pasado más de cuatro años desde que conocí a Eduardo por internet y aunque hoy en día no sepa más de él, nunca olvidaré que gracias a esa computadora y a chatear, tuve la cita a ciegas más especial de mi vida.




La gran importancia de las cosas pequeñas (El comienzo de la vida)

Por: Heriberto Orea

Todo empieza con tan sólo 60 micras de largo (una micra equivale a la milésima parte de un milímetro). Es invisible a nuestra vista, pero aunque sea imposible de creer, ahí esta, abriéndose camino hacia su meta final. En su viaje se encontrará con millones de obstáculos que tienen el mismo objetivo; solamente uno triunfará. Todo este suceso pareciera como si tomara lugar en el universo infinito, pero increíblemente esta restringido a unos cuantos centímetros cúbicos de espacio. Finalmente, al convertirse en el ganador entre tantos millones, comienza un nuevo mundo. En ese nuevo universo que las 60 micras de largo ayudaron a crear, se podrán encontrar perspectivas diferentes sobre el bien y el mal, un espíritu nuevo nacerá y toda una historia comenzará. Ese pequeño viaje de algunos cuantos centímetros, será el comienzo de la vida.
Se podría decir que su medida es insignificante, y que jamás se le encontraría a plena vista; es imperceptible. Tal vez muchos pondrán en tela de juicio que una célula de este tamaño tenga tanto potencial para llegar a convertirse en algo maravilloso. Es increíble que este fenómeno celular, que parece intrascendente, sólo se pueda presenciar a través de un microscopio. Presenciar tal evento con nuestros propios ojos sería como querer ver el universo en el grosor de una hoja de papel. Si todo lo mencionado ya es difícil de creer, ahora imaginemos que esta misma célula viaja por una autopista diminuta, donde la velocidad es poco más de un centímetro por hora. Esta ruta llevará al esperma a su meta final.
Aunque todo parezca fácil e insignificante, el viaje no es así para esta célula casi invisible. Millones más como él, buscan el mismo destino, ellos también viajan por esa autopista con el simple propósito de llegar a su meta. Muchos millones morirán en el camino y pasarán desapercibidos, nadie se dará cuenta de esa tragedia, el mundo seguirá girando como siempre lo hace, noche y día. Pero la batalla dentro del útero continuará, como todas las grandes batallas de la historia lo han hecho, hasta que haya un triunfador.
Todo este suceso pareciera como si tomase lugar en una gran ciudad o en un gran planeta, pero lo increíble es que no es así. Este evento increíblemente sucede en un espacio casi tan pequeño como el puño de una mano. Sin embargo, es más que suficiente para lograr una de las hazañas más extraordinarias de la humanidad. Entonces, a causa de este ejemplo, podríamos deducir que un suceso de esta magnitud, no necesita todo un espacio tan grande como el universo para crear la vida.
Después de haber vencido a millones más y haber viajado por tres días en un útero lleno de obstáculos, el pequeño espermatozoide finalmente habrá completado su misión. Lo que casi era invisible, comenzará a tornarse en algo espectacular. Perderá su forma original, pronto se comenzará a distinguir una cabeza y una espina dorsal. Jamás volverá a ser esa célula diminuta que en algún momento fue. Crecerá sin parar día a día, semana tras semana, mes a mes; para entonces, el pequeño esperma será irreconocible. Es asombroso que algo tan microscópico como el esperma llegue a crear todo un mundo nuevo dentro de un ser humano.
No sólo se habrá creado una nueva vida, sino que al mismo tiempo se estará presenciando el comienzo de un nuevo mundo, porque ¿acaso no es cada cabeza un mundo diferente? Esta nueva existencia (de acuerdo a las reglas o creencias de la sociedad) tendrá un espíritu y tratará de salvar su alma si cree en el cristianismo. O tal vez llegue a ser el defensor de la humanidad o su enemigo número uno. Desarrollará y aprenderá un lenguaje para comunicarse con otros y su cabeza la llenará con otras ideas abstractas, tales como el tiempo y el valor del dinero. Cuestionará el origen de la vida, tendrá su propio grupo de reglas éticas acerca de la sociedad, de igual manera, este pequeño esperma puede llegar a crear grandes guerras y puede terminarlas. Quizás, al final él rechazará todo, porque en su cabeza, solamente somos un pequeño espejuelo en el universo, insignificante y distante.
Es verdad que las cosas pequeñas son muy importantes en la vida. No hay un ejemplo más claro que el viaje por el útero de ese pequeño gigante: el espermatozoide. Ese viaje que comenzó en tan sólo unos cuantos centímetros cúbicos de espacio se habrá convertido en toda una gran odisea.