¿Qué son las palabras? De acuerdo a algunas personas, son parte de un lenguaje articulado que por si solas son huecas y carecen de significado alguno. Esos mismos individuos opinan que somos nosotros quienes les damos vida y propósito a ese grupo de letras y sonidos. Pero, ¿qué en verdad las palabras no valen nada por si solas? ¿Son solamente instrumentos o herramientas que están a nuestra disposición con fines que no siempre son manifiestos? Creo que no se puede contestar ambas preguntas de una manera que satisfaga a todo mundo. Tal vez sea cierto que simplemente el poder de las palabras esta en el valor que cada uno de nosotros le conceda.
Entonces se puede concluir que las palabras son todo y nada a la vez. Que hay palabras grandes y pequeñas con el ímpetu de hacernos sentir en la cima del mundo o que nos hacen sentir como un ser insignificante. Debo confesar que admiro más a ciertas palabras diminutas que poseen la furia de un volcán al escucharlas. Palabras como sí y no son ejemplo de esto, como el amor de tu vida que dijo que sí te amaba o el amor de tu vida que dijo que no te amaba.
Pero no solamente admiremos el poder de las palabras, no olvidemos también que al combinarlas con nuestra imaginación, no existe un límite para nuestra creatividad. Podemos llegar a crear mundos nuevos o suscitar en las personas que las lean sentimientos de odio, alegría, indiferencia, simpatía, amor, lujuria, esperanza, entre otros. Además de llevarnos a un viaje por mundos desconocidos y de producir tantas emociones, las palabras pueden llegar a convertirse en la herramienta que nos ayude a desahogar esos sentimientos embotellados que están apunto de explotar dentro de nuestro ser.
¿Se dan cuenta de lo maravilloso que son las palabras? Quienes han contribuido a esta página ya se han dado cuenta. Así es que ahora es su turno, unan sus palabras con su imaginación, compartan con nosotros palabras grandes y pequeñas, mundos nuevos y no tan nuevos; susciten en nosotros emociones inolvidables.
Heriberto Orea