Bruta Mariposa
Tú! Tirana: brusco acero sangrío atravesado sobre mi alma.
Tu poema es una liza en el alba de mi corazón sombrío.
Ay! Me derriba sin tregua el delirio de tu nombre audaz.
Es un lamento que tenso galopa sobre mi sangre.
Turbulencia matutina de mi nave ingenua!
Monarca sanguínea, me tienes el corazón revuelto de espinas.
Fue mi pena quien desvistió los árboles en otoño.
La tempestad aún azota mis palabras que torcían sobre tu alma.
Bruta mariposa, sucumbes la flor que te anhela.
Te fundes de su amor enmarañando lástimas.
En el río de la ilución, el fulgor de mi estela no resplandece.
Y en la marea del olvido naufraga de revuelo un jacinto herido.
Oh, turbio pozo donde desemboca la furia obstinada de mi cascada.
Melancólico anhelo mío. Lenaja mía. Tristeza mía.
Abandonada por el otoño. Poseída por el invierno.
Madeja de angustias. Mi indeleble invierno.
Oh, arruinado desierto que cruzé de la manera más hirsuta y débil.
Al crudo remanso anuda el abrupto estero.
Por el bosque se desviste el viento que mi lamento hiere,
Y olvida hojas secas frías en la puerta del dolor.
Un ansioso río de sangre cruza la costa de mi corazón.
Y por el ocaso se va venciendo el sol como un hombre herido.
Bruta mariposa. Atracan en ti las tinieblas del espanto.
Frívola aun entre tu niebla temprana.
Eres una trémula barca en los océanos de mis fobias.
El Encanto
Niña, diáfana como la aurora en las espigas.
Estival del amor, el prado que torna las dalias,
silente espesura de fontanas, terso pensamiento castaño.
Aun tus campanas no suenan y ya por ti mis ríos corren.
Ah, la azucena de tu sonrisa que danza sobre mis corazas.
Ah, enmaraña tus canelas manos en tu bruna melena.
Tu desnudas mi corazón ebrio, niña tan sutil y taciturna.
Y mi ilusión se va tiñendo con el matiz de una amapola.
Témplame la noción con la gracia de tu arco.
Tus pardos ojos doblan como dos campanas de ámbar,
y germinan desde el crepúsculo las prímulas alondras de mi alma.
Y una luciérnaga me susurra que tu eres la más bella.
Eras la esencia de una corola tardía en la copa del encanto,
el rumor delirando en el frenesí de las olas vespertinas.
Oh! Flecha de estupor que el amor atravesó sobre mis alas
como una ráfaga magnética electrizándome las entrañas.
Sobre mi regazo trepan las enredaderas de tus raíces.
Oh soñolienta y acogedora doncella de un sendero solitario
por el cual mis sueños atajan para llegar a ti en el rocío, y así entre
las redes, librarte como una mariposa en el firmamento de la luna
Melina Sánchez
“Dos”
Nuestra soledad
es la
que se
vive día
a día.
La que
nos consume
poco a
poco. Pero
qué hacer
sin ella.
Y qué
hacer con
ella.
La solución
sería olvidarla,
pero cómo
hacerlo si
la soledad
somos nosotros.
___________
Eme
La botella
Fíjate en la botella de cerveza,
y te darás cuenta:
que ilógico resulta negarte a besarme.
Primero vos tomaste de ella,
y ahora yo pongo mis labios,
donde los tuyos
hace un momento estuvieron...
Sin duda que en este momento en la botella,
nuestras salivas juegan.
Eso me parece inaudito,
que un objeto inanimado
disfrute lo que yo tanto he deseado.
Ahora parece hincharse de orgullo la botella,
y pareciera burlarse de mi desgracia.
!No te vayas!
A este punto se puede asegurar
que nos hemos besado,
talvez hasta amantes podamos considerarnos.
Ya que nuestro ADN ha jugado a la Rayuela,
en la boca de la botella.
Pero, !No rompás la caguama!,
no ves que nuestra luna de miel,
se consume en ella.
¿Porqué la tirás al piso?
A pesar de ser la culpable,
no merece tal castigo.
Ahora por el suelo rodará nuestro ADN,
como un bastardo solitario.
Te reís y me llamás loco,
pero date cuenta,
que ahora negarme tus labios,
es simplemente ilógico.
Pero no te enojés,
Ya, calma,
al más no haber,
destapá otra caguama
que me muero por besarte otra vez.
Parodia Nerudiana # 15
Me gusta cuando hablas porque eres omnipresente,
y tu voz me persigue constantemente.
Parece que tu mirada despertara a la curiosidad,
y que ni un beso sería capaz de cerrar tu boca.
Como todas las opiniones emerges de lo más profundo,
de otro mundo, de la tesis, de la antítesis,
parlanchín rayo de luna, eres única,
y parece que nunca semejarás a la palabra síntesis.
Me gusta cuando hablas y saltas de rama en rama,
y estás como analizando, opinión alocada,
y hablas desde todo punto y la voz no te alcanza,
déjame, por siempre, sobrevivir en tus palabras.
Déjame remojar mi espíritu en tu canto.
estrellado como la noche, complicado como un martillo.
Eres como el día, apalabrado y sencillo,
tu voz es de sol, completamente llena de brillo.
Me gusta cuando hablas porque eres omnipresente,
vibrante y amorosa, llena de vida.
Un segundo de silencio entonces, una sonrisa embelesante,
son suficientes para toda la vida seguir escuchándote.
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