Hace tiempo que he pensado...
Hace tiempo que corres por mi mente y te busco pero por alguna razón no puedo verte... Hace tiempo que me pregunto que significas en mi vida... pero hay un silencio enorme que grita... Y contemplo por fuera mi vida o mis momentos de desgracia... y me rió de mi soledad... y aunque mi cara pinta una sonrisa enorme... mis ojos lloran sin tener humedad alguna...
Hace tiempo que me pregunto que significas en mi vida... y no encuentro respuesta... Y hablo contigo pero lo que yo te cuente resuena en un profundo eco... Y quiero compartir hasta el momento más estúpido de mis días, pero veo mis palabras perdidas en tu mirada... Hace tiempo que no sé como expresarme porque ya no existen los sentimientos que se puedan decir en palabras... sólo son pensamientos obscuros de índole dudosa...
Hace tiempo que extraño ser adolescente... porque la vida era una sensación eufórica... Extraño tantas cosas de tantas personas que en su tiempo me hicieron vibrar... extraño las palabras dulces, la emoción de lo indebido, los momentos de atrevimiento exuberantes…o más bien extraño mi estabilidad emocional de aquel entonces…
Y sigo pensando... y me pregunto... ¿Por qué no hecho algo mas allá que sólo pensar?......
Renata
En medio de tantas caricias y tantos besos en vano, Renata se dio cuenta que su corazón ya estaba vacío y que dentro de su alma ardiente solo habitaba el dolor y las ansias de sentir el calor de un amor. Las manos ajenas a las suyas, las sentía en su cuerpo como piedras, las miradas parecían un espejo en el cual ella no se reconocía y aquella guerra de cuerpos sudorosos se reducía a una nada, solo a un hoyo oscuro donde el gozo y el éxtasis duraban un segundo en su mente vagabunda…
La culpabilidad de una mente en duda la no poder distinguir más los sentimientos, era algo perturbador y por más que el día le resplandecía en los ojos, en sus pupilas no residía más que un profundo silencio cuyo único color se tornaba negro… Por más que Renata miraba dentro de sí misma, solo encontraba un escaso recuerdo de sus sueños. Aquella faena de cuerpos continuaba guiada por los instintos del cuerpo; sin embargo, la mente de Renata se perdía más y más hasta que su cuerpo estalló obligándola a despertar de su delirio. Emitió un sonido que no supo distinguir sí era de gozo o de dolor; en su mente sólo había una manta blanca que empaño todo a su alrededor. ....
-“Renata”, aquel hombre le gritaba; sonámbula ella no escuchaba más; no sentía. Aquel ser anterior cuyo nombre no podía recordar más, fue el culpable del fatal resultado de ese día. Después de haber nadado en tantos cuerpos, ese día fútil se ensimismo para no volver jamás…
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