31/5/09

Aline Escudero

Hace tiempo…

 

Hace tiempo que corres por mi mente

y te busco pero por alguna razón no puedo verte.

Hace tiempo que me pregunto que significas en mi vida,

pero hay un silencio enorme que me grita;

Y contemplo por fuera mi vida,

observando mis momentos de desgracia,

causando carcajadas por mi soledad

y aunque mi cara pinta una sonrisa enorme,

mis ojos lloran sin tener ninguna gota de humedad.

Hace tiempo que me pregunto

que significas en mi vida

y no encuentro la respuesta.

Algunas veces hablo contigo,

pero lo que con entusiasmo te diga,

resuena en un profundo eco

en donde sólo se percibe el olvido.

A veces quiero compartir hasta el momento

más estúpido de mi día,

pero veo mis palabras perdidas en tu mirada...

Y no sé como expresarme,

porque ya no existen los sentimientos

que se puedan decir en palabras;

sólo son pensamientos obscuros de índole dudosa...

Hace tiempo que extraño ser adolescente...

porque la vida era una sensación eufórica...

Extraño tantas cosas de tantas personas

que en su tiempo me hicieron vibrar...

extraño las palabras dulces,

la emoción de lo indebido,

los momentos de atrevimiento exuberantes…

o más bien extraño todo lo vivido

con un amor que no vuelve más.
Y sigo pensando...

y me pregunto...

¿Por qué no hecho algo mas allá que sólo pensar? 


La noche de Fernando y Lucia

 

En la habitación se encontraban

Lucia y Fernando

en una noche helada,

en donde al amor se le había apostado.

Lucia en su adolescencia

mucho dolor le había causado.

sin saber que en el futuro

por su amor de él lloraría.

Fernando le había amado

con locura; la extrañaba

por las calles de Madrid

donde ella algún día soñaba con ir.

El soñaba con aquellas dulces manos,

con aquel amor apasionado,

pero ya había pasado muchos años

y en aquella fría noche

el amor ya se le había esfumado.

 

Los dos al amor jugando;

ella lo quería en su vida de nuevo,

él sin saberlo ya la había olvidado.

“Se tiene el recuerdo,           

mas no los sentimientos”,

le aseguró Lucia,

al reflexionar de aquel acto

carnal donde los dos cuerpos

ya no se reconocían.

 

Ella se negaba a aceptar

los que sus ojos veían,

el vacío en que lentamente caía

y al otro lado de la habitación

estaba parado Fernando

cerrando un capítulo,

uno de los mas importantes de su vida

para seguir adelante con Luisa.

 

Aquella faena donde alguien

tenia que salir perdiendo

la desdicha la tuvo Lucia,

quien después de haber

llorado hasta el cansancio,

tomó su orgullo y ropa del suelo…

se vistió de los dos

al de darse cuenta

que el gran amor de Fernando

ya lo había perdido,

salió del cuarto bastante aprisa

y juró jamás volver a buscarlo.

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