31/5/09

Melina Sánchez

Es así

Desgracia quererte a morir

más que la inmensidad

más que a mi dignidad.

Destinado a vivir

para luego sufrir

 

Un día lleno de luz

llegaste tú

Y con tu virtud

levantaste mi cruz

 

Pero ¿era eso lo anhelado?

O quizá el miedo de sentirte rechazado.

Enloquecida la razón,

el corazón  desdichado

palpita desesperado

 

Al final del camino

quedó lo vivido

que por azares del destino

se convirtió en olvido

 

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Infinitud

Transparente y luminosa

helada como la nieve

fuerte, pavorosa

tierna y leve.

 

Que sensación sentirla en mi piel

poco a poco convertirse en nada

como el amante fiel

que se marcha dando la última estocada.

 

 

El mar azul disfruta de ella

la abraza tiernamente

como quien abraza una doncella,

durmiendo eternamente

 

LLUVIA ERAS TÚ

 

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