No sigas el camino; ve por donde no halla vereda y deja una huella.
- Anónimo
No sigas el camino; ve por donde no halla vereda y deja una huella.
- Anónimo
Ciudad Universitaria primavera-2009, está dedicada a los poemas participantes del concurso poético de la Asociación de Estudiantes de Español (AEE). Los jueces del concurso fueron, el poeta Néstor Díaz de Villegas, Fabio Chee, estudiante de doctorado en la universidad de California en Irvine y la profesora Paola Marín (CSULA). En esta edición incluimos los poemas participantes y a los ganadores.
Uno de los principales objetivos de AEE es PROMOVER LA CULTURA EN EL CAMPO DE LA LENGUA HISPANA. De allí la importancia de este certamen de carácter literario desarrollado en la modalidad de concurso de poesía, cuyo objetivo era incentivar la imaginación, la creatividad, la sensibilidad y el interés por la creación poética en los estudiantes de español de CSULA. Igualmente, pensamos que el arte es fundamental para crear un sentido de comunidad, sobre todo cuando ha sido producido por aquellos más cercanos a nosotros. Muchas gracias a todos los que participaron en el concurso poético y a sus ganadores.
atte:
Ciudad Universitaria
(esta edición es la última que estará a cargo de Thania Muñoz. La próxima Ciudad Universitaria será liderada por nuevos directores.)
el jurado afirmó,
"no se remonta a la abstracción del signo o de la metáfora muerta. Hasta goza de cierta libertad gramatical debido a su intertexto lingüístico".
Conocido de la Noche
De la noche soy conocido
Amigo de las sombras soy fiel
De la luna llena testigo
Y de noches frías en la piel.
Caminé puentes de East LA
Amaneceres en Hollywood
Bajo arboledas en Brentwood
Evitando el ojo de la ley.
Tome el freeway hasta el mar
Caminé en la playa sin parar
Hasta que aquel sol detúvome
Retorno a casa forzándome.
Manejé hasta terminar
El combustible, sin detener
Perdido en algún bulevar
Sin intenciones de saber.
Visite cantinas y cafés
Hable igual con vagabundos
Que me mostraron cómo andar
Sin ser visto, en las noches
De Downtown.
Hubo noches de lluvia
Resbalando en el cristal
Deteniendo tan sólo
La velocidad
Pero sin detener esta ansiedad
De tenerte en este auto
Que no deja de soñar
Con tu compañía al volante
Con tu perfume y tú besar.
Hubo noches de fuegos
En las colinas sin parar
Cenizas cayendo como nieve
Como cenizas quedaron de tu amar.
el jurado afirmó,
"por medio de la metáfora logra hacer de la noche un ser vivo y multiforme, espejo del poeta".
La Noche Sepulta...
La noche sepulta al sol bajo los cerros oscuros.
Una yegua de angustia se desboca por el barranco.
Pálido entre ciénagas de revueltas súplicas.
Mi alma estirada y enferma de turbios alientos.
Fue en la extraña, la vieja y extraña soledad
que la lluvia vagaba su extraviado lamento.
El sueño arrastrado en la perdida hojarasca.
Libre, rodando en el viento del otoño sombrío.
De pronto el cielo acarreaba las nubes lejanas.
La luna hacía blanquear sobre las velas errantes.
Tanta ilusión inmensa venida de golpe.
Hasta que el cielo de pronto volvió su antigua mirada...
¡Pánico de sacudidas montañas! ¡Evacuación
de tormentas! ¡Violento escape de los mares!
Mi vida fue a tu puerta a golpes y gritos de llanto
locamente extraviada entre la muerte de los días perseguidos.
No fue sino el invierno, la fría y amarga tristeza
que esperaba de asalto en su hambriento silencio.
Crucé en el ajeno desvelo de la ausencia profunda.
Me acerqué demasiado al andamio del alba.
Débil en el cuerpo y la angustia devuelta.
Acechado hacia el olvido bajo miradas de angustia.
Grave, desbocado, moribundo, colgado en la cruz de tu nombre.
Clavado entre el amor y la sólida pena de tu alma.
Ah, cómo no arrancar la ira de la historia ardiendo.
Cómo no escupir en ella la cólera del crudo anhelo.
Eras la trémula ansiedad, la sorda ilusión aferrada,
y la palabra blanca teñida por el pecho abierto.
¡Oh los abrazos forzados! ¡Oh las miradas desviadas!
¡Oh la furia combatida en la garganta de un volcán!
Como un ave busqué la cima más atrevida del cielo,
y el cielo atrevido me tumbó de la cima como un ave.
Invasor derrotado. Nocturno derrumbe de incendios.
Sobre ti derribaron las grandes torres del cielo.
Sobre ti sacudían las salvajes cadenas sin cesar
frente a ella con los ojos erguidos de una estatua.
Tiempo desnudo que descubrió las ruinas quemadas.
Fue el temporal desterrando la vida en su enorme revuelo.
Aún detuve la muralla vencida de esperanza.
Aún dejé escapar la sombra del ávido anhelo.
Himnos de luto que en las luchas cerraron el cielo.
Apenas los cadáveres yacen cimentados en el sepulcro.
Ya la niebla abandona el corazón en el crepúsculo
deshabitado como un pueblo de guerras y diluvios.
Evoca mi alma y solloza de pavor en tu recuerdo sangrante.
La noche levanta a todo difunto del cementerio latente.
Una gaviota olvidada atraviesa el cielo vacío.
Invaden ciegas serpientes tras la costa del mar.
¡Ah tirante serpiente! Eres atroz y voraz y bestial
repartiendo noctámbulas medusas feroces.
Invisible
Ya con firmeza insisto:
¡Oh! Mi amada soledad,
Ya no me causas ansiedad.
Ya mil veces lo repito.
Soledad no eres fría.
Me lo han dicho Poetas,
Con versos en las libretas.
Eres luz de mediodía.
Poetas de otro mundo.
Nuestras vidas en caminos,
Unidas por un destino.
Con un sentido profundo.
Mis caminos son delicia:
Cuando entre la soledad,
Me cobija su tempestad.
Adoro su acaricia.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco.
Otra vez me atormento.
Cinco segundos sin rumbo,
Han cambiado por completo,
La estética del mundo.
Un mundo manipulado.
Siempre los mismos tiranos.
Un destino controlado.
Otra vez la avaricia.
Caricias sin espíritu.
Naturaleza perdida.
Caminos hechos de oro,
Sin libertad de salida.
Modernidad tan temible.
Ya soy individualista,
En tu afán capitalista.
Me tienes tan invisible
Soledad no atormenta.
Ahora invisible soy.
Mi corazón tan oculto,
Eso si causa difuntos.
Ayer, yo no conocía.
Ahora, no me conocen.
Hoy material me cobija.
Dinero, lujo…material.
Me miras y me escuchas:
Pero nadie comprendido.
Guau, Pío, Miau, Cuac, Quiquiriquí,
Por dentro, soy, seré…
Por dentro, eres, serás…
Por dentro, es, será…
Por dentro, somos, seremos…
Por dentro, son, serán…
Nada, Ni Polvo, Nada…tan solo.